By | 29/09/2021

Pocas son las profesiones que saldrán integras de la evolución digital y la abogacía no va a tener la suerte de estar entre ellas. Se piensa que el abogado no será cambiado por un robot, pero la verdad es que esta versión no se puede mantener. En estos momentos y según datos, las firmas ya aceptan de manera abierta que una gran volumen de tareas que eran efectuadas por abogados u otros profesionales, ahora las hacen las máquinas.

Como apunta el estudio elaborado por The Law Society (el colegio de abogados del Reino Unido) el 15% de los despachos británicos ya han cambiado estos 3 últimos años a diversos abogados cualificados por programas de Inteligencia Artificial.

El establecimiento de la robotización en los bufetes y la regulación del mercado no dejan el traslado automático de las cifras del Reino Unido a España, pero ya se empieza a notar la tendencia y los especialistas calculan que terminará llegando en mayor o menor medida este país.

Se puede observar que las firmas españolas se hallan en un momento de prueba y de formación tecnológica. Aunque una salida para impedir la reducción de plantilla será que estas firmas adecuen los perfiles que ya tienen dentro.

Se cree que el tiempo que los abogados dedican a las áreas poco estimadas será liberado en un 30% y un 60% por el sistema de automatización de los servicios jurídicos. Esto supone que nuevas empresas realizarán estas tareas, empujando a los despachos a examinar su labor y mandando los precios a la baja, lo que se traduce en un modelo del sector jurídico que puede entrar en crisis.

El tamaño de la fuerza laboral será un 20% menor si las firmas, en los años venideros, no consiguen aumentar su productividad. Aunque se espera, que, con el aumento de demanda de servicios legales, no sea tan alto la pérdida de empleo.