By | 05/07/2021
Consiguen mejorar la sensibilidad de las pinzas blandas robóticas

Afinar la apreciación y el tacto de los elementos blandos es una de las secciones en los que más se está estudiando en la actualidad. Las pinzas para brazos robóticos precisan avanzar en su desarrollo para ajustarse a las tecnologías más severas y delicadas.

En este ámbito el MIT de Massachusetts es uno de los laboratorios de investigación más adelantados del mundo y termina de anunciar uno de los avances más importante de los últimos tiempos en este campo. Los investigadores han creado una pinza blanda llamada GelFlex que perfecciona, y en mucho, la capacidad de sentir de los robots.

En los mismos dedos de la pinza tiene incorporado sensores y cámaras. Los detalles que acumulan son enviados a un programa dirigido por Deep Learning, por lo que es una IA quien se encarga de analizar tanto la posición de los dedos como la percepción del manejo de los materiales. La pinza sensorizada es capaz de adaptarse a medidas de los objetos sin dañarla, detectando el peso y la rigidez de los materiales.

Los análisis producidos han ofrecido datos concluyentes, y es que en más del 90% de las ocasiones, el brazo robótico ha sido capaz de distinguir el objeto que estaba sujetando.  Con materiales rígidos, sobre todo metálicos, el sistema llega hasta el 96 % de reconocimiento positivo de los objetos.

Sin duda estos avances acrecentarán la sensación y la sensibilidad de los robots industriales ofreciendo un abanico de utilidades increíbles para el sector industrial y de servicios.